caminar por los límites del Abismo Negro.
Te propuse ser uno mismo,
cuando entregábamos los cuerposal inmenso placer de nuestras ganas.
Rocé tu boca con mis alas
y volé como un Ave de Luz encantada.
Me miré en el espejo que en tus ojos construí,
vaciándome toda,
vaciándome en ti.
Me convertí en el Ángel Salvaje que cayó una mañana;
en la raíz viva que abrazó tus entrañas.
Me transformé en la rocaque despeñó por la montaña hacia tu remanso:
donde descansan mis ansias.
Finalmente, cansada, aturdida,caí con las alas extendidas rogando al Sol por las caricias.
Y ahora lejos de ti, de mi piel ya no queda nada.
Corazon
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