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Una senda para sueños...


En el resguardo de la noche de su habitación, sus anhelos más íntimamente profundos adquirían mayor fuerza.
Dibujaba caminos con sus dedos, mapas estelares en su techo; buscando la estrella polar que iluminara su trayecto, su senda de sueños...


Esponjosos con sabor a nube de algodón y volantes de muñeca en aires de juegos.

Frescos con vistas en flor, reventando en primavera con ansias de abrir sus pétalos hallando saber.

Cálidos y envolventes como el alba despertando en su nuevo comenzar, a la vida, al amor.

Metálicos y duros como el labrado de la tierra, abonando y sembrando, para recoger el porvenir.

Húmedos y abrasadores como los ríos de lava que cruzan las dunas del cuerpo para brotar epicúreo mana del monte de Venus.

Únicos, como esos lazos que unen a través de la sangre y el sentimiento.


El reflejo de la luna compartida devolvió a Mousai el tiempo. Años pasados, nadando en el mar de los recuerdos hacia la barca del presente.
Los recogió, los secó y amorosamente los dobló para guardarlos en el ánfora de la senda de sus sueños.
Miro dentro...
Sí, aún había sitio para los sueños venideros; aún quedaba mucho por vivir.


. . .



Hay veces que uno se tiene que dar cuenta de la realidad, para aprender y seguir soñando por nuestra felicidad.
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Libro Abierto -.:Tanka:.-



Lee mi cuerpo,
deletrea mis besos,
recorre mi piel;
mi pasión es un libro
abierto para ti. Ven!

Letras para ti
vienen viajando en mi,
me brotan solas.
Huyen ante mis ojos,
Tímidas, se devoran.


Desnuda mi alma,
invade mi corazón,
sólo así sabrás
que muero y resucito
si me tocas con tu luz...

Nuevas historias
escondidas en tus hojas,
letras conversas
del lenguaje de locos
que enamoran cabezas.


Vuelta a tu piel,
la poesía final.
mis manos ciegas
otean horizontes
trajinan surcos, besos.

Busca mis versos,
en el libro abierto
por los dos juntos,
paséate por cada
centímetro de piel.


Déjame tocar
tus labios y tu risa,
déjame escribir
todas esas palabras
que no me atrevo a decir.

Descubre tu piel
para que yo te piense,
para ser parte,
para que no te invente,
para poder perderme.


Abre tu mente,
como se abren los días,
para vivirlos,
para que yo los ande,
para que allí me quede.

Ven, obsérvame
contempla florecida
mi piel, mis poros,
el dulzor del encanto
de sabernos vibrando.


Descifrándome
sabes reinventar mi piel...
abre mis días
relee mis despertares
dibuja mi anochecer.
 
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