0

no te rindas

No te rindas, aún estás a tiempo De alcanzar y comenzar de nuevo, Aceptar tus sombras, Enterrar tus miedos, Liberar el lastre, Retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso, Continuar el viaje, Perseguir tus sueños, Destrabar el tiempo, Correr los escombros, Y destapar el cielo. No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se esconda, Y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma Aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo Porque lo has querido y porque te quiero Porque existe el vino y el amor, es cierto. Porque no hay heridas que no cure el tiempo. Abrir las puertas, Quitar los cerrojos, Abandonar las murallas que te protegieron, Vivir la vida y aceptar el reto, Recuperar la risa, Ensayar un canto, Bajar la guardia y extender las manos Desplegar las alas E intentar de nuevo, Celebrar la vida y retomar los cielos. No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se ponga y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma, Aún hay vida en tus sueños Porque cada día es un comienzo nuevo, Porque esta es la hora y el mejor momento. Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario benedetti
0
Hay historias que uno oye, que uno cuenta, y que uno vive. A veces solo necesitas de un poco de suerte y algo de imaginacion para soñar con cada instante que uno a vivido.
0

Viviendo en Voz Alta


Un Misionero no es la luz del mundo, 
pero compartimos ESA luz 
que nos gustaría ver en todos.

Estamos aquí para vivir en voz Alta; porque no podemos vivir de otra manera sabiendo que Dios esta con nosotros. Sabiendo que Jesús vino, venció la muerte; y sigue viviendo en cada uno de nosotros. No podemos amarrarle las manos a Dios que, a través de nosotros, quiere seguir viviendo, quiere compartir el latido de nuestros corazones. Que esta lleno de Él y que no puede quedarse sin darse a los demás.

Sabe que todos vivimos por un solo objetivo que es seguir construyendo su reino. Sobre todo compartiendo el amor con el que llena nuestros corazones. Que tenemos fe en que no nos dejará solos nunca porque somos uno mismo con Él y nos ha confiado la tarea de compartir el punto más alto de la fe que es la alegría. Esa fe que todo mundo tiene pero la tiene muy apagada.

Somos los elegidos para ir a llevar esa luz, ese fuego que esta en nuestra Alegría para prender cualquier ceniza de carbón con que nos podamos topar, no sólo en la sierra, sino en cada momento de nuestras vidas.

A un misionero se le pueden pedir muchas cosas. Tiene muchas tareas y actividades que realizar, puede o no hacerlas, pero lo que NUNCA se le va a permitir a un misionero es que deje de vivir en voz Alta, porque el mensaje mas importante que Nos vino a dejar, no puede darse más que con el corazón lleno de Su amor y con el convencimiento de que venció la muerte y con esa fe de que Él sigue vivo a través de cada uno de nosotros.

Un misionero no es esa persona que va diez días a la sierra, un misionero es es quien toma la actitud de vivir en voz Alta toda su vida y dejar huella en casa persona que se cruza en ella. Un misionero disfruta la alegría de los demás, la comparte y suma energía positiva a su entorno.

Este mundo está necesitado de personas como ustedes que disfrutan lo que hacen, que sirven con la sonrisa que sólo el servicio puede sacarnos, con las ganas de hacer lo que nos llena, y así cada vez llenamos más el amor de Dios y poder contagiar a más gente e irradiar esa luz con más fuerza para que más gente sea contagiada con la luz que deja un misionero en donde sea que se pare.


D.I. Luis Carlos Vega Ruiz
0

Donde nos esperan

"Siempre acabamos llegando a donde nos esperan". - "El Viaje del Elefante", José Saramago
La vida no deja de sorprenderme. Cómo todo puede cambiar en un segundo, cómo todo se va encaminando y nos va llevando a un lugar que desconocemos, pero que, seguramente, sea a donde tenemos que llegar. Estos últimos días estuve reflexionando sobre los cambios que atravesamos a lo largo de la vida, tanto en los personales como en los ajenos, y pude ver muchas cosas. Ante determinadas situaciones o circunstancias, nos podemos sentir raros, tristes, angustiados, hasta perdidos, pero después de un tiempo, una vez atravesada la tormenta, empezamos a ver las cosas con mayor claridad, hasta que aparece la luz. Nos damos cuenta de que por algo fue todo lo que vivimos, hubo un motivo por el cual esa persona, relación, ese trabajo, momento o situación llegó a nuestra vida. Por algo nos tocó vivir esa circunstancia, estar en ese lugar, ocupar determinado espacio. Cuando frenamos y miramos dónde estamos y dónde solíamos estar, nos damos cuenta de que aquello que nos perturbó nos llevó a ser quienes somos hoy en día. Logramos ver que las historias que vivimos, aunque algunas nos hayan causado dolor, nos hicieron fuertes en algún aspecto, pero, simplemente, en ese tiempo no pudimos tomarlo de tal manera. La vida trata de experimentar cosas, así: aprendemos, nos equivocamos, caemos, nos levantamos y después seguimos; a veces sin rumbo, otras con un poco de claridad, algunas con un objetivo concreto. Todo en la vida tiene una razón de ser, creo que es una preparación para nuestro “Yo” de hoy y de mañana, para ir formándonos como personas, para ser capaces de elegir nuestro rumbo o para salir de aquél en el que estábamos y en el que no éramos felices. Por algún motivo que desconocemos, pasamos por situaciones, relaciones, momentos, circunstancias que nos van preparando. Recuerdo la frase que le dice Romeo a Julieta, en la tragedia del escritor William Shakespeare: “Soy un juguete del destino”. No sé si el destino existe o no, pensar en el determinismo me hace sentir que no tengo libertad, pero esa frase se ajusta en algo a lo que expuse hasta ahora si tenemos en cuenta que, muchas veces, no encontramos explicación a cosas que suceden, simplemente ocurren y por más que intentemos explicarlas, no siempre encontramos un fundamento lógico y racional. Pensé en la vida como un rompecabezas, donde las piezas están mezcladas, separadas. Al intentar armarlo vamos uniendo algunas, un par encajan y otras no, las vamos reemplazando por otras, hasta encontrar la perfecta y, así, sucesivamente, hasta formar una imagen. Cada parte se va uniendo con el todo y, de a poco, aunque nos lleve tiempo y perdamos la paciencia en el intento, logramos juntar a todas ellas. La vida es así para mí. Tratamos de armar nuestro propio rompecabezas, de ir uniendo las piezas, cuando éstas no encajan las sustituimos por otras, hasta lograr acercarnos cada vez más a un todo perfecto. Si hay algo de lo que estoy seguro es que, tarde o temprano, todo resulta como tiene que ser, como dijo el escritor José Saramago: “Siempre acabamos llegando a donde nos esperan”.
0

Mujeres que corren con los lobos.

Cuando leí el libro de Clarissa Pinkola, "Mujeres que corren con los lobos" encontré algo que me gustó mucho:

"Dicen que todo lo que nosotros estamos buscando, también nos busca a nosotros y que, si nos quedamos quietos nos encontrará. Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos. En cuanto llegue, no te muevas. Descansa. Ya verás lo que ocurre a continuación".

"Deseo que hoy experimentes paz dentro de ti, que confíes que te encuentras exactamente donde debes estar, que no olvides las posibilidades infinitas que nacen de la confianza en ti misma y en otras/os, que utilices los dones que has recibido y que transmitas a otras/os el amor que se te ha dado.
Deseo que estés feliz contigo misma por lo que eres.

Deja esta sabiduría asentarse en tus huesos y deja a tu alma cantar, bailar y amar libremente. Está ahí para cada una de nosotras".

Espero que mis abrazos y gestos de gratitud y amor te recuerden lo especial que eres.
0

Merezco la pena

Se que soy un desastre como persona, no soy el típico hombre que se quiere sentir el más fuerte de todos, no soy el típico hombre que busca conquistar con regalos caros, ni el pintarme como el hombre protector de todo.

No, no soy el típico hombre que encuentras con tus amigos los sábados en los bares. Soy un hombre simple y a la vez complicado. A veces ni yo mismo me entiendo y se que eso puede llegar a sacar tanto de quicio a alguien pero te pido que me tengas paciencia.

Soy de los que le gustan los regalos hechos a mano, soy de los que hace detalles inesperados sin fechas indicadas, regalos desde el corazón, soy de las que les gusta besar en la frente y decirte “te quiero”. Solo quiero tener alguien cerca que me acompañe. Que este ahí cuando siento que estoy por caerme, que me reconstruya cuando me caiga y que me impulse ha volver a crecer. Que solo me demuestre que me quiere sin decirme lo tantas veces.

Repito que no soy el típico hombre corriente y que eso supondrá que tendrás que dedicar mucho tiempo a conocerme a mi y a propio mundo.

Pero créeme, merece la pena conocerme. Soy una persona cariñosa, extrovertida aunque en muchas ocasiones bastante tímida y reflexiva, me gusta pasar tiempo a solas y saber quererme a mi mismo para luego poder querer a otra persona, como a ti por ejemplo.

Me gusta pasar tiempo con mis amigos, con mi familia, me gusta construir cosas e idear estrategias aunque no tenga ni idea de como funcionan, me gustan las cervezas un miércoles cualquiera por la tarde, me encanta hacer reír a la gente, soy de los que cuido de la gente que me importa y incluso de la que no también.

Me gusta dedicar tiempo a las personas de mi entorno, ser detallista, paciente con ellos, ser su confidente, saber escucharlos y apoyarlos para mi eso es algo muy importante.

Me gustan las películas y la música, observar todo mi mundo y reconstruirlo poco a poco. Soy un poco bipolar también, lo reconozco aunque a veces ese punto me cueste reconocerlo, soy algo terco y orgulloso. Pero he aprendido a lo largo de los años que el orgullo lo pierdo por cualquiera que merece la pena, solo tienes que saber hacerme ver y sentir que “mereces la pena”. -Ven, quiéreme, cuídame, protege-me. Pero sobretodo te pido que me aceptes con mis mayores defectos y virtudes. Que ames cada trocito que me forma a mi. Por que cuando aprendas a amarme tal y como soy, sabre que me quieres sinceramente y ahí será cuando te agarre y créeme no te dejaré caer, no te soltaré.
0

¿De quién depende?

Si de mí dependiera,
probablemente me perdería en el laberinto de las excusas.
Pintaría mis paredes con graffitis vistosos y perecederos;
te daría largas,
me haría el despistado,
pondría cara de prisa,
lamentaría no estar a la altura y seguiría con mi vida.
Pero de mí no depende,
depende de ti,
que sigues tallando con cincel de artista todas mis aristas,
de ti que haces oídos sordos a mis balbuceos,
porque conoces mi verdad.
De ti,
que sigues marcando,
con tu amor, mi entraña.
De ti, que me quieres menos isla solitaria y más tierra de encuentro
Sea, pues.
Que solo no puedo,
pero si de ti depende llegaremos lejos.


0

dormí tan profundo

Hace tanto tiempo que no dormía tan profundo...

Que levantarme me hizo ver cosas que había deja de lado.

Comenzando por mi, me había saturado de ideas, de situaciones y obligaciones que asumí por cubrir vacíos que me descubrí me había olvidado de lo más importante. YO, no puedo llevar nada de lo que estoy planeando si me olvido de estar bien conmigo mismo primero. Mi salud, con ello mi cuerpo y mi mente. Mi familia y mis amigos más cercanos.

Hace unos días me rechazaron de una de las universidades que aspiraba. Busque cubrir el vació, demostrándome lo capaz que soy. Que no seria necesario que tuviera que estar ahí, y mostrar lo que ellos habían dejado ir.  El cansancio me había cegado. No paso nada, las cosas las hago porque me nacen y quiero hacerlas. El próximo año tendré una vez más la oportunidad. Contaré con más experiencia, estaré aun más seguro hacia donde la quiero enfocar. Esto, estoy seguro, lograra que pueda enfocar mi mente en seguir planteando mi trabajo hacia donde yo deseo. Seguiré conociendo gente que me apoye, y porque no que hasta me pudiera sustentar una beca para mi recorrido allá. Por mientras disfrutare el camino.

Mi familia y mis amigos, olvide por un momento estar al pendiente de ellos.
He ido recorriendo un camino, donde las personas que me han acompañado me han fortalecido mucho. Tan claro que he dejado de lado a quienes me han estorbado, hecho daño e incluso complicado más las cosas, que ayudarme a salir a flote. Mis amigos, que muchos de ellos, se han vuelto mi familia. Han sustentado momento difíciles en mi camino. Momentos de caídas, de aflicciones y de olvido. ¿Cómo podría yo olvidarme de ellos? Paso a paso hay que continuar agradeciendo les que están ahí.

Me he pronunciando tan agradecido, que se me olvidado dar gracias. Seguir aprendiendo a compartir ideas, seguir creciendo y abrazando a quienes me han apoyando. Descansar me dio aire una vez más. Me dio lo necesario para volver a enfocarme y replantear esto que estoy haciendo.

Ahora, continuemos disfrutando y agradeciendo.





 
Copyright © Mente & Corazón