soledad

Hoy lo reconozco, me gusta estar solo.

Lo he hecho antes, pero no como antes. Hoy me doy cuenta porque ya no solo es un miedo. Se a vuelto una compañía.

Estar solo me a permitido verme, crearme  y reconocerme.

No es que no me guste estar con las personas, pero me hace daño que cierren los ciclos abruptamente.
¿Qué se esta uno lo suficientemente listo para cerrar un ciclo? Probablemente nunca. Sé medita sobre ello. Es parte de enfrentar duelos constantes que no meditamos. Que no figuramos que tenemos que vivir. Nota; no porque nos muevan, es un sufrimiento. Son necesarios, nos fortalecen estos duelos, para reconstruir cosas en nosotros. Es cierto que cada persona figura un papel muy importante en nuestras vidas. Ya sea por una razón, que deben cubrir una necesidad que tenemos en ese tiempo y momento.  Un tiempo, donde nos harán configurar el proceso que vamos llevando. O bien un ciclo constante constante en nuestra vida donde, se acompañaran continuamente para ir recreándose juntos.

Sí, si creo en esto. Sí aspiro a ello. Por ello creo es necesario vivir esos duelos que nos permitan experimentar muchas condiciones tan humanas, que en estados normales no viviríamos. Es como salirse de nuestro estado de confort. Pero mientras tanto, aprecio, me gusta mucho estar solo. Siempre me permitirá conocer un poco más de mi, tanto mental, física como espiritualmente.

Esto me ha llevado a esto, a escribir, para desahogarme. Platicar conmigo en un dialogo constante que me permite reconocer que aún estoy "cuerdo" en mis facultades. Responderme, darme esa facultad de reconocer cuando he estado mal y me es necesario trabajar algo en mi.  Pues me ayuda a saber que aún puedo formular ideas por mi cuenta. Puedo escucharme y expresarme a mi manera. Me gusta conocer gente, me gusta configurar ideas de dos mentes distintas, pero siempre sera necesaria creer en el individuo, para que el conjunto sea aún mejor.

0 instantes:

 
Copyright © Mente & Corazón