Merezco la pena

Se que soy un desastre como persona, no soy el típico hombre que se quiere sentir el más fuerte de todos, no soy el típico hombre que busca conquistar con regalos caros, ni el pintarme como el hombre protector de todo.

No, no soy el típico hombre que encuentras con tus amigos los sábados en los bares. Soy un hombre simple y a la vez complicado. A veces ni yo mismo me entiendo y se que eso puede llegar a sacar tanto de quicio a alguien pero te pido que me tengas paciencia.

Soy de los que le gustan los regalos hechos a mano, soy de los que hace detalles inesperados sin fechas indicadas, regalos desde el corazón, soy de las que les gusta besar en la frente y decirte “te quiero”. Solo quiero tener alguien cerca que me acompañe. Que este ahí cuando siento que estoy por caerme, que me reconstruya cuando me caiga y que me impulse ha volver a crecer. Que solo me demuestre que me quiere sin decirme lo tantas veces.

Repito que no soy el típico hombre corriente y que eso supondrá que tendrás que dedicar mucho tiempo a conocerme a mi y a propio mundo.

Pero créeme, merece la pena conocerme. Soy una persona cariñosa, extrovertida aunque en muchas ocasiones bastante tímida y reflexiva, me gusta pasar tiempo a solas y saber quererme a mi mismo para luego poder querer a otra persona, como a ti por ejemplo.

Me gusta pasar tiempo con mis amigos, con mi familia, me gusta construir cosas e idear estrategias aunque no tenga ni idea de como funcionan, me gustan las cervezas un miércoles cualquiera por la tarde, me encanta hacer reír a la gente, soy de los que cuido de la gente que me importa y incluso de la que no también.

Me gusta dedicar tiempo a las personas de mi entorno, ser detallista, paciente con ellos, ser su confidente, saber escucharlos y apoyarlos para mi eso es algo muy importante.

Me gustan las películas y la música, observar todo mi mundo y reconstruirlo poco a poco. Soy un poco bipolar también, lo reconozco aunque a veces ese punto me cueste reconocerlo, soy algo terco y orgulloso. Pero he aprendido a lo largo de los años que el orgullo lo pierdo por cualquiera que merece la pena, solo tienes que saber hacerme ver y sentir que “mereces la pena”. -Ven, quiéreme, cuídame, protege-me. Pero sobretodo te pido que me aceptes con mis mayores defectos y virtudes. Que ames cada trocito que me forma a mi. Por que cuando aprendas a amarme tal y como soy, sabre que me quieres sinceramente y ahí será cuando te agarre y créeme no te dejaré caer, no te soltaré.

0 instantes:

 
Copyright © Mente & Corazón