Es extraño como a pasado el tiempo. Hoy estoy aquí escribiendo, no por necesidad, no a la fuerza, si no por el gusto de retomar lo que tanto me gusta. Había decidido hacerme un lado para aclarar mi mente, permitir que mis pensamientos tomaran aire, tomaran vida con cada día que recorría y que me ayudaban aprender.
EL tiempo corre caprichuda mente a un velocidad irracional, ni tu ni yo decidimos ni controlamos esa velocidad, ese espacio entre los momentos. Momentos que cada ves se tornan mas distantes, mas cercanos, mas tuyos, mas míos, mas de nosotros. Cada día tratamos de amarrar el tiempo, de frenarlo, sin desfallecer nos por nuestras causas, mientras este se aleja delicadamente de nuestras manos, sin antes acariciarnos con sus enseñanzas propias de cada momento que nos a regalado.
A llegado el tiempo de tomar aire, de impulsar un nuevo viaje, alzando las velas con sueños y deseos. Dirigiéndonos a un horizonte de aventuras que nos irán moldeando mientras nuestro carácter aprende a partir las aguas mas difíciles para darnos esa seguridad que nos abrirá el camino.
Es el momento, tengo miedo, tengo nervio... pero se que es ahora el tiempo
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