Si no crees que tú mueves tu mundo, entonces... ¿Quién está en Control?
Existe la creencia popular de que el ser humano está predestinado, que al nacer tiene articulado el resto de su vida. Es el destino, es una forma de explicar los acontecimientos que vivimos día con día pero... ¿es cierto que estamos predestinados o existe la capacidad de crear un destino propio?
Esta pregunta nos envuelve como humo al llegar a la adolescencia, etapa en la que desarrollamos una visión sobre el pasado y presente, pero poco o nada podemos dilucidar sobre el futuro.
En la adolescencia se despliegan los sentimientos en un enorme rompecabezas, cuyas piezas se ensamblan por la influencia de factores externos: familiares, amigos, escuela, televisión, etc., que nos motivan a adquirir cierto tipo de conductas y formas de pensamiento.
Es ahí el punto de partida para la conformación del destino. Las relaciones que establezcas en esta etapa, definitivamente marcarán el camino que sigas por el resto de tu vida.
Está comprobado que la sociedad ejerce un control sobre las conductas individuales a tal grado que influye en tus detalles más íntimos, en tus sueños y me-tas a corto y largo plazo.
Reconocer el grado de influencia que ejercen los factores externos es importante para estructurar un proyecto personal a futuro.
Los amigos
-Su influencia modifica tu forma de conducirte, la actitud que asumes ante los demás y el rumbo que das a tu destino, por eso conviene que los selecciones muy bien.
-El deseo de aceptación te puede llevar a la incapacidad de separar lo bueno y lo malo porque, por ejemplo, si el ingerir bebidas embriagantes es socialmente mal visto, para tu grupo de amigos puede ser sinónimo de diversión y no hacerlo podría dejarte fuera...
-Es difícil comprender hasta qué grado la amistad puede ser negativa. Por eso te conviene analizar cuáles son los comportamientos propios del grupo y tener la capacidad de evitar a las ‘malas compañías’.
Analízate
-Es indispensable elaborar un auto análisis donde pongas sobre la mesa las piezas del rompecabezas, así podrás armar uno por uno los componentes de tu destino con una visión clara de quién eres y hacia dónde vas.
-Obsérvate frente a un espejo, ¿qué es lo que ves...? Sin duda, la representación gráfica de ti mismo te permite reconocer algunos rasgos relacionados con el grado de influencia que recibes del entorno.
La ropa, el peinado, la forma de caminar, todo es parte de un proceso de imitación de lo que vemos a tu alrededor, pues a final de cuentas florece el deseo de aceptación en un grupo.
-Poco a poco te alejas de la influencia de tus padres y te encuentras en una intersección, decidiendo qué camino tomar. Es muy importante trazar un boceto de lo que quieres que sea tu vida.
-Basta con apartarte un momento del bullicio y hacer un auto examen donde te puedas descubrir, conocer tus virtudes y fortalezas, pues sólo así lograrás formar una imagen de lo que será tu rompecabezas una vez que lo hayas finalizado.
Elige el camino
-En la adolescencia, estás inmerso en un torbellino de sensaciones que experimentas constantemente y, que difícilmente, puedes digerir con facilidad.
-Los amigos, la escuela, la televisión, la familia, todos tienen una versión diferente sobre lo que te conviene. Es ahí donde comienzas a dar un paso al costado al momento de elegir el camino hacia tu futuro.
-Considera que tus amigos y la escuela son influencias vitales en tu comportamiento y toma de decisiones. Pero si tienes dudas, mejor detente, piensa, pregunta a tus papás y analiza las opciones para decidir inteligentemente.
La escuela
-Para los jóvenes la escuela es el refugio perfecto para reconocerse e interactuar sin temor al rechazo, gracias a la unidad que se forma con los compañeros y al grado de aceptación que tienes como estudiante en la sociedad.
-En la escuela aprendemos, jugamos y pasamos gran parte de la adolescencia, es por ello que se convierte en una pieza fundamental en el rompecabezas de tu destino. Es ahí donde los amigos se apoyan para sacar adelante un trabajo escolar, se encubren para no ser regañados por el profesor y unen fuerzas para fortalecer su grupo, con el simple objetivo de sobresalir del resto.
-En la escuela descubres capacidades que son de gran apoyo para forjar tu futuro, como el liderazgo, el trabajo en equipo, la tolerancia y la responsabilidad.
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